A día de hoy, la población mundial está acostumbrada a sistemas de gestión centrales donde todo un nicho de actividad acaba concentrada en un único nodo que se encarga de revisar cualquier interactividad que haya en la red del nicho y de dar una respuesta ante cualquier estímulo. Dicho de manera simple, vivimos en un mundo de intermediarios, donde el poder de la mayoría de actividades está concentrado en una entidad mayor.
En este contexto nos encontramos el sistema financiero, donde los bancos gestionan cualquier transacción que hagas, o al gobierno cuando pagas tus impuestos para luego emplear ese dinero para otros fines. También en la informática hasta hace poco había predominado los sistemas centralizados, donde por ejemplo la información y peticiones recibidas de una aplicación siempre acababan en el mismo servidor.
Esto de los sistemas centralizados tiene sus pros y contras, aunque cada vez más se habla de las desventajas que tiene que todo pase por un nodo central, y de las ventajas que podría tener descentralizar todo en una red sin ese “padre” que gestione toda la información.
En respuesta a eso nació la Blockchain, un anglicismo que se podría traducir como cadena de bloques, y que es posiblemente un término que acabará por revolucionar la manera en la que gestionaremos la información en un futuro.
¿Qué es la Blockchain o cadena de bloques?
El ejemplo más potente y predicado de la Blockchain es su uso para la creación de un sistema monetario descentralizado: las criptomonedas. Sin embargo, ese es solo uno de los miles de usos que podría tener. Para explicar en qué consiste, partiremos del ejemplo del sistema monetario.
Imagina que quieres enviar dinero a tu amigo, para pagarle tu parte de la cena del pasado fin de semana. Para hacerlo, necesariamente tendrás que pasar por un intermediario: tu banco. Ya sea en metálico o digitalmente, lo harás. En metálico para sacar el dinero del banco y dárselo, y en digital porque será el propio banco el que hará llegar el dinero a tu amigo. En todo caso, habrá que verificar que ese dinero es tuyo y que se va a transferir a la cuenta de tu amigo, y eso lo hará una entidad bancaria.
Puedes preguntarte: “Si mi dinero es mío, ¿por qué tiene que haber una entidad que lo controle en todo momento, e incluso me cobre comisiones por utilizarlo?”
En ese caso, podrías hacer uso de la Blockchain, donde las transacciones no las controlará tu banco ni ningún ente central, sino que serán los demás usuarios de la red los que validarán tu transacción y la registrarán en dicha red.
Lo mejor será que esa información quedará inquebrantablemente registrada en la cadena de bloques, en la red de información, por lo que si te enfadas con tu amigo (esperamos que no), no podrá tomarte el pelo.
La Blockchain, al no tener ese servidor localizado y centralizado, es una red distribuida. Toda la información que contenga la red estará replicada en todos y cada uno de los bloques, de personas involucradas. Por lo tanto, en caso de querer modificar algún dato, no podrás hacerlo de forma sencilla. Tendrías que ir nodo por nodo y cambiar la información en todos, sin excepción.
Y no solo eso, si no que cada transacción que se meta en la Blockchain, estará relacionada con la transacción que se haya realizado inmediatamente antes, por lo que tendrás que ir retrocediendo y cambiar también las transacciones anteriores, hasta terminar por el principio. Insisto, eso en todos los nodos.
Esas transacciones son llamadas bloques, y por la relación que tienen todos los bloques, viene el nombre de cadena de bloques: Blockchain.
En resumen, tu información no pasará por ningún nodo central y será inquebrantable, al menos por ahora.
Entendiendo los componentes de la Blockchain
Para terminar de entender qué conforma la cadena de bloques, haremos una analogía con el ejemplo anterior del dinero. Estos son los componentes de una Blockchain:
- Bloque: Es la información que se quiere introducir en la blockchain: Que le has transferido dinero a tu amigo. Este bloque, como se ha comentado anteriormente, contendrá su propia información, un identificador de bloque, y una referencia al bloque anterior, y una referencia al bloque siguiente (cuando un nuevo bloque sea introducido, esta referencia se actualizará).
- Nodo: Es un ordenador conectado a la blockchain, encargado de tener una copia de todos los bloques que se han introducido en la red. En el ejemplo, tanto tú como tu amigo seríais los nodos.
- Mineros: Nodos especializados en verificar los bloques nuevos que quieren ser introducidos en la Blockchain. El banco en nuestro ejemplo.
Aplicaciones de la Blockchain
Aunque el uso más extendido de la Blockchain es el de crear criptomonedas, esta tecnología tiene un sin fin de utilidades que servirán para mejorar la seguridad de los sistemas de todo el mundo en diversos ámbitos.
Cuando por ejemplo se necesita almacenar información de mucho valor donde la seguridad sea un requisito indispensable, la Blockchain será la solución ideal. No solo se protegerá la información ante la caída de un servidor o nodo, ya que existirán otros muchos que contendrán la misma información, sino que como se ha comentado, esa información no podrá ser modificada.
Otra aplicación es su uso en la trazabilidad de alimentos y otros productos cuyo origen es importante, como puede ser ropa de marca premium donde existen imitaciones. Si se quiere asegurar que un producto es totalmente original, la cadena de bloques será la mejor opción.
Quizá te hayas planteado alguna vez cuando hayas ido a ejercer tu derecho al voto, si alguno de los intermediarios no podría estar manipulando el sistema. De hecho, cabe la posibilidad con los sistemas tradicionales, pero no con la Blockchain.
Seguro también has escuchado el término smart contract, o contrato inteligente, que no es más que un acuerdo que se cumplirá de forma automática y segura gracias a un programa informático y a la Blockchain. Con ello, si ofreces un servicio y lo gestionas mediante un smart contract, todo estará pactado desde un principio y será inmutable y autocanjeado en cuanto se cumpla ese servicio.
Y miles de usos más que irán tomando relevancia conforme avance el tiempo, se consolide esta tecnología y se haga más famosa aún.
El futuro de la tecnología
Aunque queda mucho para que Blockchain se apropie de los sistemas informáticos cotidianos, seguro será algo de lo que se hablará cada vez más y más, y sobre todo habrá que ver cómo se adapta esta tecnología con la llegada -si es que llegan- de los ordenadores cuánticos, cuyo poder de computación aseguran es suficiente para birlar la característica principal de la Blockchain: su seguridad.
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